La nostalgia está de moda, pero en la música nunca se fue. Quizá la pandemia del COVID-19 no fue la razón directa de la desaparición de muchas bandas, pero sí marcó un antes y un después: vivimos un regreso a los escenarios de proyectos que creíamos perdidos. Basta recordar a Los Dynamite, el proyecto de Diego Solórzano (hoy Rey Pila), que volvió hace casi tres años en House of Vans CDMX. O el sorpresivo regreso de Austin TV, Electric Co. y, más recientemente, la confirmación de Vicente Gayo.

También hay casos de bandas que nunca se fueron del todo, pero volvieron con nueva música como Bengala o Thermo, e incluso proyectos que habían sido cancelados por polémicas —como Pastilla o Young Tender— lograron reivindicarse.
La “moda de la nostalgia” ha traído de vuelta a muchos, pero aún hay proyectos de la escena indie de hace más de 15 años que seguimos esperando. Aquí repasamos cinco que, sin duda, deberían volver:
1) Astro (Chile)

En 2016 anunciaron un receso indefinido y, aunque en algún momento renovaron su portada en Facebook, la esperanza duró poco. Astro dejó huella con un estilo único, lleno de psicodelia, misticismo y energía desbordante.
Sus discos Astro (2011) y Chicos de la luz (2015) son piezas claves del indie latinoamericano. Con temas como Ciervos, llevaron a sus fans a un universo sonoro que mezclaba lo espacial con lo natural. Un regreso de Astro sería una fiesta asegurada.
2) Hawaiian Gremlins (México)

Aunque no precisamente de la era MySpace… una de las bandas más prometedoras de la CDMX, pero que se vio envuelta en controversias. Primero, acusaciones sobre un supuesto robo de equipo en un evento; después, un señalamiento contra un integrante por acoso en redes sociales. Estos episodios marcaron su caída.
Aun así, Hawaiian Gremlins dejó una huella con su estética de “boys band de la Roma” y su propuesta fresca, con canciones que parecían hechas para capturar la vibra de toda una generación indie. Lo último que subieron fue en 2018 y, aunque de vez en cuando dan señales de vida en redes, un regreso formal parece cada vez más lejano.
3) El Otro Yo (Argentina)

Aquí hablamos más de un deseo que de una posibilidad real. El Otro Yo, banda pionera del rock alternativo argentino, quedó marcada por la detención de su vocalista Cristian Aldana, condenado por delitos graves. El tema divide opiniones en Argentina: algunos lo consideran un asunto político, otros no.
Sea como sea, la banda dejó una discografía fundamental para entender el rock alternativo latinoamericano de los 90 y 2000. Y aunque su regreso es casi imposible, el vacío que dejaron aún se siente.
4) Le Baron (México)

Probablemente los más olvidados, pero también de los más influyentes en la primera ola del indie mexicano. Con fuerza entre 2008 y 2012, Le Baron mostró un potencial enorme, aunque nunca terminó de despegar.
Parte del problema fue que sus integrantes o algunos como pasantes encontraron éxito en otros proyectos como Reyno y Costera, lo que dejó a Le Baron en pausa definitiva hacia 2015. Sin embargo, todavía tienen un lugar especial en el corazón de los fans del movimiento indie en México.
5) Suave As Hell (México)

Dejo lo mejor para el final. Suave As Hell fue, para muchos, una de las bandas que más prometía dentro de la escena indie-folk psicodélica. Con canciones como Maravillas o Tal Vez, lograron crear un estilo propio que mezclaba referencias a bandas clásicas como The Zombies o The Yardbirds.
Su presentación en los Especiales Musicales de Central Once (2014), disponible en YouTube, es prueba de lo que pudieron llegar a ser. Desde Guadalajara, parecían destinados a seguir los pasos de proyectos como Porter o Astro, pero se despidieron prematuramente. Su regreso sería un auténtico regalo para los nostálgicos.
Conclusión
La música independiente latinoamericana de la era MySpace marcó a toda una generación. Algunas bandas regresaron, otras se desintegraron, y algunas permanecen como un recuerdo en playlists y vinilos olvidados.
Hoy, con la ola de nostalgia más fuerte que nunca, no podemos dejar de soñar con el regreso de estas cinco bandas. Y si algo nos ha enseñado la escena indie, es que nunca hay que dar nada por perdido: la música siempre encuentra el camino de vuelta.