El ascenso y descenso vuelven… pero no cuando todos los habían esperado. El TAS resolvió que el retorno será hasta la temporada 2026–27, dejando a clubes y aficionados ante una realidad tan frustrante como predecible.
La última gran promesa suspendida
Hace unos años, la FMF suspendió el ascenso y descenso por seis temporadas—una medida atribuida a la pandemia, pero que desde el principio olía a excusa conveniente para proteger el modelo cerrado de Liga MX. Ese periodo acaba justo ahora, pero la confianza se derrite cuando nos enteramos de que el cambio no ocurrirá… todavía.

La victoria que sabe a placebo
El TAS confirmó que el ascenso regresará en 2026–27, declarando que la FMF actuó conforme al acuerdo de suspenderlo por seis años. Todo lógico, desde un punto de vista legal. Pero, ¿qué les entregó verdaderamente a los clubes de Expansión? Nada más que una promesa en letra pequeña.

El ascenso está en los papeles, pero el control sigue siendo de quien tiene el dinero
La ilusión de querer competir por el ascenso pronto se enfrenta a las condiciones opacas que impone la FMF: capacidad mínima del estadio, estabilidad financiera, informes externos… requisitos que están lejanos de cualquier lógica deportiva y son más bien filtros excluyentes. Una liga parece vender democracia, pero impone aristocracia.

Mientras tanto… Luton Town, ejemplo de ascenso sin excusas
En contraste, en Inglaterra hasta un club como Luton Town logró ascender a la Premier con apenas 10,500 aficionados en el estadio. La recompensa: recursos, apoyo y un ascenso real. No hay obstáculos físicos ni burocráticos legendarios, solo mérito. Así debería funcionar el futbol.
¿A quién jugamos hoy?
Las reglas en México cambian como los pronósticos del tiempo: azarosamente, y siempre a favor de los poderosos. Aquí los boletos para subir aparecen en discordia, condicionales y derechos revocados. Si equipos como Cancún o La Paz alcanzan el ascenso, podrían toparse con sorpresas: no solo las condiciones, sino quienes tienen el poder de decidir si deben seguir adelante o ser reabsorbidos por otros intereses.
La falsa victoria
Lo que pintaba como justicia deportiva terminó siendo otro gesto vacío. El ascenso regresará… pero no por convicción, sino por mandato legal. Sin cambiar las reglas del juego, cambiarán solo los nombres de los clubes que lo intentan. Y la competitividad seguirá siendo un lujo, no un derecho.